1975 Y SU 30 DE JULIO
La década de los 70s del siglo pasado es una especie de bisagra histórica que muestra el agotamiento de la dictadura militar de derecha, que venía desde los años 30s, y la búsqueda de nuevas fórmulas para el ejercicio del poder oligárquico. Es en esta década donde se producen los choques más brutales de la política gubernamental con el pueblo y con la clase media de la sociedad. Aquí se produce la radicalización de estas clases que, larvada lentamente, va estallando, paso a paso, pero indeteniblemente.
El estudiantado es una categoría social que proviene de varias clases sociales; pero el universitario era sometido en esos años a un intenso proceso de proletarización que hoy, aparece plenamente culminado. Pero en estos años, los universitarios comprendían que el futuro de su país determinaba, en fin de cuentas, su futuro como profesionales y, al mismo tiempo, su papel político como sujetos pasaba, casi irremediablemente, por un enfrentamiento con el gobierno de Arturo Armando Molina. Recordemos que el primer acto de gobierno de este presidente fue la ocupación militar de la Universidad de El Salvador, en 1972. De ahí, va creciendo las mas erizadas relaciones entre la UES y el gobierno de Molina.
El 30 de julio era un día como otros, con mucho sol, mucho calor y mucho entusiasmo, y la manifestación estudiantil era de reclamo, de protesta y de propuesta. En cierto modo, era entendida por el Cnel. Molina como un desafío porque la calle siempre despierta aversión en los gobiernos y se olvida que éstas son, precisamente, para los seres humanos, que la pueden usar para expresar su pensamiento y manifestarse pacíficamente y sin armas, como dice La Constitución. En algún rincón oscuro y polvoriento de la cabeza gubernamental se decidió que esa manifestación, llena de color, entusiasmo y ánimo estudiantil, como ocurre con las manifestaciones estudiantiles en cualquier parte del mundo, debía ser disuelta a sangre y fuego.
Nunca se ha sabido de qué parte salió la conclusión de que esa manifestación amenazara el régimen, pero sin duda todo estaba suficientemente afilado para que en un ejercicio operativo elemental, las fuerzas del orden, ejército y policías, se lanzaran en las cercanías de La Universidad contra la marcha estudiantil. Eran como las 3 de la tarde y la cabeza de la manifestación apenas iba sobrepasando el Externado San José, sobre la 25 Avenida, y, a la altura del puente aledaño a las instalaciones del Seguro Social, sonaron los primeros disparos. Es cierto que en la marcha había tensión, y en el gobierno, más; que hubieron amagos represivos en distintos momentos en la corta ruta; pero, de repente, como una llamarada que acecha bajo las cenizas, la tromba represiva cayo sobre el estudiantado con furia, odio, fuerza y poder criminal. Ahí murieron los primeros, alcanzados por las balas. Otros fueron capturados heridos y morirían en lugares desconocidos. Otros fueron capturados sin estar heridos y serían conducidos a los cuerpos de seguridad y algotros, muchachos y muchachas, serían simplemente desaparecidos, para no ser vistos jamás, como si la tierra, o el aire, o el fuego, se los tragara para siempre.
En la Avenida Universitaria quedaron regadas todo tipo de prendas estudiantiles y algunos cuadernos sospechosos y con fórmulas matemáticas fueron a dar los tragantes. Otros libros de química en los barriles de basura. En un troncón de palmeras quedó la Teoría Pura del Derecho de Kelsen que alguien abandonó en la escapada. Algunos aritos amarillos fueron atrapados en el tráfago del crimen y el temblor de la muerte, el miedo y la indignación, impregnó la calle. Y ese día se escribió el epitafio de la dictadura militar de derecha como régimen condenado a desaparecer.
La represión muestra la debilidad de los regímenes y la confrontación con las clases medias supone siempre un aumento del número de enemigos de los regímenes. Y ese 30 de Julio fue parte de un solo proceso en donde se relacionaba el aumento cuantitativo de la represión y de los actos represivos con el aumento cualitativo de la oposición al régimen. Esta relación daría como resultado, un poco más de un año después, el salto cualitativo de la victoria electoral de la Unión Nacional Opositora, en febrero de 1977.
El 30 de Julio del 75 estaba indicando que el régimen era derrotable porque en ausencia de capacidad hegemónica, y solo en esas circunstancias, los gobiernos deciden matar a sus opositores, en lugar de jugar con ellos el juego de la democracia. La sangre estudiantil y popular de ese día escribía, por eso, una página histórica indeleble de encendido proceso político de nuestra Patria.
Por Dagoberto Gutiérrez
24 DE JULIO DEL 2008.
'El intelectual debe estar preparado para la carcel y para afrontar las mayores dificultades económicas, para sacrificar su bienestar personal en aras del bienestar cultural de su país. Si una cantidad de personas se resolviera a dar un paso de tanta gravedad, a la postre conquistaria el éxito. Si no es así, los intelectuales no merecen nada mejor que la esclavitud que se pretende imponerles' EINSTEIN
33ª ANIVERSARIO DE LA MASACRE ESTUDIANTIL DEL
30 DE JULIO DE 1975
“He aquí de nuevo esa difícil situación: tener miedo a la muerte gloriosa, obligatoria.”
(Roque Dalton, Hora Cero en Los Pequeños Infierno: 1962-1965)
El año de 1975 ha dejado una marca imborrable en la historia de nuestro país. La masacre estudiantil, es uno de los sucesos que lo caracterizan, el 30 de julio de ese año el gobierno en turno reprime ferozmente una marcha de estudiantes universitarios y de secundaria que protestaban contra las intervenciones militares al campus universitario, las represiones, los secuestros y las torturas.
El resultado de esta manifestación fue un centenar de estudiantes muertos, heridos y desaparecidos; el fuego cruzado duró pocos minutos, pero eso basto para derramar su sangre. Por su parte los periódicos de la época manifiestan que solo fueron de tres a cinco muertos, sin embargo testigos de la masacre hablan de muchos y muchas más, la verdad de los hechos fue ocultada por la prensa nacional, mintiéndole al pueblo sobre el verdadero genocidio cometido por la dictadura militar.
De esta forma, la mentira oficial, el discurso encubridor y el cinismo político han sido y siguen siendo, las herramientas con las cuales unos pocos, han mantenido el poder, forzando al olvido a los responsables que plantean su propia versión sobre los hechos.
Como Frente Universitario Roque Dalton comprendemos que el desarrollo de la memoria histórica colectiva es un proceso que facilita vivir en la verdad y desde la verdad, y que necesariamente implica un empoderamiento de las mayorías populares. De esta idea se desprende nuestro trabajo para con el desarrollo de la memoria histórica de nuestro país.
Es así que el empoderamiento de las mayorías oprimidas, es el proceso de organización que posibilita a los sectores excluidos y marginados de nuestra sociedad a incrementar sus capacidades para resolver sus problemas por si mismos y a favor de si mismos.
Es por eso, que año con año queremos recordar a todos y todas aquellas que lucharon en contra del sistema opresor y de la impunidad, pidiendo justicia para nuestro pueblo el cual, vive hasta la actualidad sumergido en la miseria y la pobreza que cada vez afecta a los y las salvadoreños
Frente Universitario Roque Dalton
“solo organizados/as haremos valer nuestros derechos”